Hoy Andrés Manuel se equivoca, el cambio no vendrá de un
partido político, a lo mucho, eso servirá para dar alimento y cobijo a quienes
encontraron en su causa un pretexto más para sobrevivir en el mundo de la
política, la especulación y la negociación de poder.
En este país las cosas no pueden cambiar desde una sola
persona y sus ideas. No se puede seguir cometiendo errores ciegamente y no
tener la capacidad de revisar críticamente lo que se ha hecho (mal).
Otra oportunidad perdida. Reducida por los intereses particulares
a todas luces exhibidos y por la obsoleta complacencia y mediocridad de una
masa social que sólo espera que mañana salga el sol para "ver qué
pasa".
Algo sí puedo agradecer a AMLO en su proceso de cambio y
postulación: demostró como nadie a quién sirve y de qué está hecha la
televisión; puso -por fin- en un lugar cuestionable las verdades mediáticas que
siempre se habían aceptado sin reparo; también demostró que la mayoría de los
mexicanos sucumbimos ante lo inmediato por necesidad o por miopía, por lo que
sea el futuro es una quimera. Se nos reduce entre la despensa y la gorrita.
Insisto: necesitamos menos líderes, menos partidos políticos
y menos indiferencia. Necesitamos mayor posición personal, asumir riesgos y
salir de la zona confortable que implica el hecho de que alguien más nos
indique por dónde caminar.
Mapas más que descripciones. Claves más que categorías.
-Marcos Betanzos, Septiembre 2012.
@MBetanzos
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