domingo, 8 de febrero de 2015

Arquitectos por la transparencia

Arquitectos por la transparencia 

-Marcos Betanzos @MBetanzos


Una iniciativa denominada “Arquitectos: por la transparencia en la obra pública” a la que ha convocado firmar Alejandro Hernández Gálvez ha comenzado a circular en las redes sociales, la causa básicamente se ha concentrado en asumir un compromiso profesional para no ser parte del sistema de adjudicaciones directas en cuanto a proyectos públicos se refiere. Con sólo seis días de estar en la red, se han firmado poco más de 330 personas. No son muchas para la cantidad de arquitectos que existen en la Ciudad de México o en el país, ni son pocas para ningunear el posible nivel de compromiso que algunos pueden asumir si este tipo de iniciativas llegara a otro nivel de exigencia.
Esta iniciativa da muestra de muchas cosas, por ejemplo de la necesidad de llevar a un nivel y plataforma distinta el vox populi (la queja, el chiste simplón o el argumento mejor armado), en donde al menos, sea posible registrar objetivamente la intención de generar un cambio en el método de producción de nuestra práctica arquitectónica, toda vez que ésta tiene injerencia en nuestra vida ciudadana; asimismo es un indicador de la participación gremial cuando de formar parte de una decisión comprometedora se trata: nadie –habrá que ver hasta qué punto se desmiente esta generalización- en su sano juicio quiere arriesgarse a ser excluido de las rebanadas del pastel y menos hacerlo por cuenta propia.
 Los que han firmado, tal como lo dije hace días son, los que seguramente quieren no sólo garantizar que los procesos de adjudicación sean mucho más democráticos sino que sean más justos, que sean sobre todo más transparentes. Lo harán los que buscan tener una oportunidad de trabajo bajo un sistema más incluyente que permita un campo de juego más parejo, mucho más horizontal. Lo harán los jóvenes, arquitectos recién egresados que ven en los concursos una nueva forma de poner en práctica lo aprendido y validar sus conocimientos con situaciones reales. Lo harán los que no tienen nada que perder, los que aún no han ganado nada.
 
Y es ahí donde surge la pregunta incomoda ¿firmarán los que ya gozan de privilegios conocidos, de encomiendas y de adjudicaciones o simplemente se mantendrán la margen? ¿Harán lo políticamente correcto, que es firmar y apoyar la causa públicamente y en lo privado mantener la estructura del sistema del dedazo?  ¿O callarán desviando la mirada? 
Si firman, estaremos frente a un acto que simbólicamente los compromete -porque hay que decir que esta petición sólo alcanza ese nivel de compromiso-; si firman estaremos ante una manifestación ejemplar que de tomarse con seriedad puede dar una verdadera pauta para romper las inercias que han caracterizado a nuestro gremio; si firman harán un gesto mínimo de congruencia o quizá otro mayor de cínica hipocresía que compruebe hasta qué punto se comulga con la idea de mantener un sistema donde la discrecionalidad impera.  
Habrá que ver, si en la medida de lo posible es viable hacer pública la lista de quienes han firmado. Esto con la finalidad de dar seguimiento y engrosar la causa más que para generar un reconocimiento o un linchamiento público. Es un buen inicio, habrá que ver qué tipo de resultados se generan. Siempre se correrá el riesgo de pensar que una idea como esta puede maniatar los procesos de trabajo, pero no debe desestimarse que este mecanismo, de consolidarse como un proceso cultural representa una oportunidad valiosa para dejar claro con cuánta asepsia podemos trabajar por el bien común de las ciudades en las que vivimos.

Aquí el link para firmar:



https://www.change.org/p/arquitectos-por-la-transparencia-en-la-obra-p%C3%BAblica?recruiter=63687811&utm_source=share_petition&utm_medium=twitter&utm_campaign=share_twitter_responsive

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